Una de las salas de montaje en el estudio de Primitive Films en Taverne. Suiza.
Nací en 1980 en España y, desde pequeño, sentí una gran pasión por romper cualquier aparato que cayera en mis manos. Naturalmente, me convertí en ingeniero de telecomunicaciones… para intentar arreglarlos. No funcionó. Así que me mudé a Barcelona para hacer cine.
Ingresé en la Escuela de Cine de Cataluña (ESCAC) en 2004. Al principio quería ser director de fotografía, pero en segundo curso me di cuenta de que se me daba fatal. Descubrí el montaje y fue un flechazo inmediato: construir historias desde la sala de edición me resultaba mucho más emocionante que ir por ahí con un fotómetro. Lo mío era el montaje.
Desde 2008 trabajo profesionalmente como montador. Empecé como ayudante de montaje en películas como REC 2, Buried, 14 días con Víctor, Emergo y Luces rojas. También monté varios making of, incluyendo Bruc: El desafío, Exorcismus y Tres metros sobre el cielo.
Entre mis primeros trabajos como montador figuran cortometrajes como Lo siento, te quiero y A o B de Leticia Dolera, y M is for Mom de Carles Torrens, entre otros.
En 2012 surgió una oportunidad que me cambió la vida: me fui a Canadá a trabajar como ayudante de montaje en Mamá de Andy Muschietti, producida por Guillermo del Toro y bajo la guía de la increíble montadora Michele Conroy.
Esa experiencia me abrió, ya de vuelta en España, las puertas a otras producciones internacionales como Manhunt de Pierre Morel y Un monstruo viene a verme de J.A. Bayona. Con el tiempo, pasé a ocupar el rol de montador principal en películas como El cadáver de Anna Fritz y en la serie Cites.
Y luego vino otro gran salto: me mudé a Suiza por amor y comencé un nuevo capítulo de mi vida. Gracias a algunos amigos, pronto empecé a trabajar montando documentales. Uno de los primeros fue SottoSopra, una serie que sigo editando hoy en día.
En el sur de Suiza apenas se produce ficción, así que abracé un género que apenas había explorado: el documental. Desde entonces, he montado más de 50 documentales, tanto largos como cortos.
En medio de todo esto, Patrick y yo fundamos nuestra propia productora, Primitive Films. Hacemos muchas cosas chulas — ¡échales un vistazo!
Al final, ya sea ficción o documental, lo que de verdad importa para mí es esto: montar, montar… y montar.